… serán esas cosas del Santo. (Revista de la HERMANDAD DE SAN SEBASTIÁN. Belvís de la Jara. 2017)
Cuando nace su biznieta
Ella tenía cinco nietos y ninguno estaba bautizado por entonces. Se queda viuda el mismo día de San Sebastián del año 2015, el mismo año en el que es bisabuela por dos veces al nacer sus dos primeros biznietos, Emma y Antón. En 2016 nace su tercer biznieto, Lucas. “¡Pobrecillo!”, se dice recordando a su marido quien, como recuerda a sus hijos, sabía cuando murió que iba a ser bisabuelo pero que no pudo conocer a ninguno de sus biznietos. Cuando va camino de la casa de su nieto para conocer a Emma recién nacida pregunta a su hijo que si la iban bautizar, a lo que éste le dice que no sabe. “¿Y le has preguntado al padre?”, insiste la bisabuela, “Pues no. No hablamos de estas cosas porque cada vez que lo hacemos discutimos”, la contesta. Tras ver a su biznieta y disfrutar de tenerla en brazos besarla abrazarla y sacarse con ella cuantas fotos unos y otros consideran, dice la bisabuela sin ningún pudor, “¿La vais a bautizar?”, para sorpresa de todos los presentes y especialmente de su hijo. “Pues en ello estamos. Veremos.” Contesta su nieto.
Un año más tarde su hijo la llama por teléfono para decirla que la irá a buscar al pueblo donde ella vive sola desde que se queda viuda, para llevarla a su casa en Madrid y después poder asistir a la celebración del cumpleaños de Emma. En el coche ya camino de la capital el mismo viernes coincidente con el cumpleaños de Emma, su hijo la dice que según le han dicho parece que no será ese día la celebración sino que será el domingo de ese mismo fin de semana, y que en vez de celebrar el cumpleaños será la celebración conjunta de éste más el bautizo de la niña. La sorpresa de la bisabuela es grata y le pregunta a su hijo que cómo han tomado esa decisión, a lo que éste le dice que no sabe, y que serán esas cosas del Santo. Y le añade además que le ha dicho su nuera que si le va a preguntar también a su nieta si bautizarán a su hijo como la preguntó a ella en el caso de Emma. La bisabuela con un aire tan alegre como certero le dice. “Por supuesto que la preguntaré”.
Más allá de la vida
A mi nieta Emma el día de su bautizo.
Es luz es brillo es alegría
Su llegada y su presencia
Plenitud inesperada
Todo capta su inocencia
Su vista solo indaga
Te traspasa su mirada
Te sorprende su sorpresa
Ya perdida para ti
Por las cosas de la vida
¡Y del vivir!
Una mota una brizna
Un soplo un color
Aun tenues los atrapas
Sin tu ver los maduros
Ocultos años batallados
Que nublan tu sentir.
Ve y te pone a prueba
Más allá de límpidas
Y cómplices miradas.
Ángel, cuando llega
De allende vientos y abre
Tus ojos más allá
De la luz y del misterio
Oculto por el ruido
A tu cándido mirar
Regalo es tu presencia.
Dulces sonrisas de seda
Sensible de tus manos
Despiertan al tacto mi ser
Nuevo nacer para uno
Aprecia el sosiego del valle
Del juego olvido de ayer.
Alegras mis pasos perdidos
En noches de insomnio
De arrugas del tiempo.
Sueños y ganas provocas
Algo nuevo… se siente
Teniéndote en brazos
Una vida que estalla
Germina y abraza
Gozo y fresco mirar
Cimas y mares y cielos
Que alegran el alma
Más allá de la vida
Más allá del amor.
Aluvión de esperanza
Destapas y encarnas
¡Esto es! ¡Sí! ¡¡Esto es…!
En Emma hoy se posa, la gracia.
Javier Bodas Ortega
Enero, 2017