Tus pies
A Ángel
No quieren tus pies
Dejar el camino
No quieren y temen
Dejar ya de andar.
Se cree inocente
Su abrupta experiencia
Rebasa los odres, las copas
Baúles y cofres
Añoran sus huellas
De aquel avanzar
Por frescos senderos
De edades descalzas
Que hieren su piel
Y no descansar.
Seguir dirigiendo
Nuevas miradas.
Un viejo sentado
Al lado de un niño.
Y fluye su savia
A su alrededor
Y el niño lo mira
Con tierna llamada
Reclama atención.
Y fluyen y fluyen
Deseos de seguir
Y no descansar.
Y el niño, ya quiere
Una mano, madura
Que juegue con él.
J. Bodas
02/03/07