Atelier260218

        

POEMAS DECLAMADOS:

Solo son

En memoria de Manuel Cano

Briznas intensas de vida a tu lado
Pero nunca quise escribir
Sin ver qué tú dirías
De mi canción desconsolada
¡No fui más listo lo confieso!
Que tu muerte
¡Traicionera!

Se adelantó a nuestros caminos
No quiso que viéramos
Juntos
Acordes del verbo pincelado
No quiso dejarnos
Llegar a la tenue curva
Caminando al calor del visaje
Del rapto de la luz y de la rima.

Quiero que me leas
Y solo a ti, te escribo
Me supo a ajo hoy el almuerzo
Y no pude quitarte de mi mente
Me hizo recordar nuestros breves
Intensos instantes encarnados
Que nadie quiera arrebatarlos
Padre de un surco solitario
Amigo de la nube que me arropa
¡Qué tarde he quedado
Para hablarte!

Es traidora y me arrebata
La suerte y la paz de tus años
Gozosos tus ojos y miradas
Reflejos que quiero desnudar de tu sosiego.

No puedes ir sin más palabras
Espera que tomemos ese vino
Y la sal heridos de tu gracia
Sé cómo es el trago de lágrimas sin llanto
Tú las has bebido.

¡No me hables!
¡Calla!
Iré despacio hasta alcanzarte
Mi vino colorean tus pinceles
Mis gracias se las debo a tus palabras
Hablando junto al alba del olivo
Cenando con estrellas de romeros
Pintando tostadas las pasiones
Aceites compartieron
Los panes de tus hambres
Dolores enterraron tus miradas.

No quiero
No quiero que no estés y des la mano
Espera en la curva del destino
Sabor amargo nos embarga
Sueños que abaten mi esperanza
Me roban el cielo de tu aliento
Espera que te busque entre mis sombras
Espejo lloroso de mi alma
Mañana encontraré bien tu reflejo
En sendas cristalinas por la niebla
Como instantes robados al murmullo
Del arroyo y del canto de aquel pájaro
Que quisiera cogerlo entre las manos
Beberlo
Pero no es líquido y se palpa
Solo son
Recuerdos.

De mi poemario: POEMAS DE ADVIENTO… ENTRE CANCIONES DE ESPERANZA (2014)

Pero… ¿dónde?

En el borde del abismo y de la duda

Está escondido

De la mano del pincel y la belleza

Su aliento llega

En el borde del dolor y el infinito

Consuela el alba.

Pero… ¿dónde?

Al lado del camino y la caída

Su luz deslumbra

Y si remas mar adentro

Su viento sopla

Una pluma y hoja en blanco

Su verbo escuchan.

Pero… ¿dónde?

Entre alpinas y profesas escaladas

Su voz se acoge.

Pero… ¿dónde?

Entre fuegos y tormentas y miedos y pasiones

Tus sueños andan

Y con cantos de sirenas a tu paso

Su amor despiertas

Cuando muere el grano en tierra

Y da su fruto

Si abierta es tu mirada al horizonte

Pleno destino del sosiego

Donde sal sazona el alma

Allí, sí, allí…

Su rostro espera.

(De próxima publicación)

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